Además de poseer el capital económico para poner una franquicia, también se requieren ciertas características personales que deben reunirse para ser el mejor candidato a franquiciatario. A continuación se detallan las más comunes, teniendo en cuenta que varían ligeramente con cada empresa.

Habilidad para seguir sistemas establecidos. Dado que las franquicias constan de seguir un sistema determinado y probado para llegar al éxito, es imprescindible que el futuro franquiciatario sepa adaptarse a esta forma de trabajo.

Lealtad. Fidelidad ante todo, fundamentalmente a los parámetros de la franquicia, cabe recordar que se será parte de una red de franquiciatarios, por lo que cualquier decisión puede afectar a los otros.

Actitud emprendedora. Ser líder, evaluación del entorno para resolver problemas, competitividad y proactividad. Nunca se separa del camino a pesar de las dificultades.

Paciencia. Se requiere de mucha inversión de tiempo y esfuerzo, principalmente cuando se está iniciando; por ello la perseverancia debe ser constante en el franquiciatario. Vale la pena tener siempre el fin en la mente, hará el esfuerzo más llevadero.

Experiencia en los negocios. Dominio de herramientas administrativas, facilidad en la toma de decisiones y habilidad para el manejo de personal y clientes.

Una buena comunicación. Talento para relacionarse con las personas, saber dialogar y escuchar. Transmitir motivación y optimismo, reconociendo el trabajo de los otros y proponiendo soluciones. Crear confianza en el cliente.